Es imposible que pueda escribir todos los días, porque no todos los días tengo tiempo, porque no todos los días tengo algo que decir. Que sé yo, incluso ahora después de todo un finde siento que sigo medio ahí. Siempre estoy ahí, justo en el límite. A un segundo de estallar, a un segundo de largar todo a la mierda. En este momento estoy más cerca que nunca en este último tiempo de ese límite. Casi que estoy buscando esa excusa que me pueda hacer estallar y arrastrarlos a todos conmigo en mi ira. Tengo tantas ganas de eso.
De un segundo al otro cambié rotundamente mi humor, cambié todas las ganas de la noche y estoy histerica. Me siento ahí, parada en la punta de un iceberg enorme de ira. Me encantaría poder tirar todo por la ventana. Dejar de pelear la causa imposible, dejar de intentar lo que está quebrado. No puedo. No quiero. Menos cuando no hay respuesta, es como llamar y que te salte la contestadora. Tampoco ganaría nada con largarlo todo, pero me sacaría las ganas de hacerlo mínimamente.
Lo peor es que los demás (no todos los demás) no tienen la culpa de que esté tan alterada y no tienen porque bancarse esto de mi pero bueno ¿cuando la vida es justa? Jamás.
Y siempre escucho a la gente decir, "acá estoy, tirando para no aflojar" yo quiero aflojar. Hoy quiero aflojar. Basta.
Día 25, terminado.
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