Es un ruido que no todos son capaces de escuchar y que por lo general se confunde con el de un vidrio grande que se rompe y se vuelve añicos pero no, no lo es. Ese ruido que uno escucha cuando se le rompen todas las esperanzas en la otra persona y se da cuenta de que terminaron definitivamente, no porque la otra persona no te hubiera dejado ya; sino porque ya no te quedan esperanzas de que el otro vuelva, ya no crees en ese 'más adelante' y queres tirar todo a la mierda. Pasan los minutos y vos seguís escuchando como ese 'y vivieron felices para siempre' se rompe, una y otra vez, se quiebra en tus oídos y no te deja ser. Al otro no le queda nada para vos y vos estás lleno de un montón de cosas para dar que te las vas a tener que meter en el culo, lisa y llanamente. Vos te decís, y te repetís hasta el cansancio que esto es una etapa, que si él no lo alimenta el amor muere tarde o temprano, que ya se te va a pasar y va a aparecer otra persona en tu vida que sea mejor y bla. Pero, ¿hasta donde crees en eso que decís? ¿hasta donde queres eso que decís? y te enojas, y te pones mal y le queres partir un matafuegos por la cabeza otra vez y lloras, y te decepcionas. Te decepcionas de él por irse y de vos por no haberle dado eso que lo hubiera echo quedarse para siempre a tu lado. Te preguntas una y mil veces qué falto, qué sobro , qué pudiste haber evitado. Maquinas y no paras de maquinar, alguna respuesta le tenes que encontrar a toda esa situación, al menos alguna que te deje lo suficientemente satisfecha como para salir adelante, pero no hay nada.
El 'y vivieron felices por siempre' te sabe amargo, falso, inalcanzable. Te hace querer llorar, todavía más. Tenes ganas de putearlo y re putearlo, mandarlo al carajo y sin embargo no lo haces, los buenos recuerdos no te lo permiten. Entonces empezas con las típicas preguntas masoquistas que corresponden a la etapa enojada del estancamiento emocional del estilo, ¿para qué me enamoré de él? ¿por qué hizo todo esto si iba a dejarme? y así, y es peor, y deja más interrogantes, y el sabor es más amargo todavía, por supuesto. Para este entonces te sentís una idiota, eso de la intuición femenina te parece una mentira barata, porque de ser verdad vos tendrías que 'haberlo visto venir' y no fue así. Sentís que sos Woody siendo reemplazado por Buzz Lightyear. Tenes esa necesidad absurda de agarrar todos los pedacitos de tu final feliz y acomodarlos para remendarlos de alguna manera, arreglarlos para que vuelvan a encajar y el juego te permita una segunda vida y no, no la hay. Ahora tenes que buscarte otro video juego para poder seguir jugando incluso si no tenes ganas de eso ahora. En realidad sabes que no vas a frecuentar el asunto en un buen tiempo porque no queres volver a someterte a lo mismo, volver a pasar por todo eso para que al final quedes en el fondo de la caja de juguetes olvidado.
Te repetís que es cuestión de tiempo para que te sientas mejor, que ya se te va a pasar, que vas a estar bien porque estás acostumbrada a arreglártelas sola y demás. El mismo discurso mentiroso que venís repitiendo desde hace más de un mes y no te lo tragas porque vos queres todo lo contrario, queres que él venga, que vuelva a vos, superar este bache en sus vidas y volver a estar juntos. Queres que entre los dos arreglen el 'y vivieron felices para siempre' pero la realidad es otra y no queres pensar siquiera en que él pueda volver porque eso es elevarte y mientras más alto vas más te va a doler el caerte (otra vez). Te toca ser racional y coherente, entender y poner el corazón en modo piloto y dejar al cerebro sacar todo el resto adelante.
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