lunes, 5 de septiembre de 2011

Fantasmas

Adivina no soy y pelear contra lo que no conozco no puedo. Necesito que me hables, que seas sincero y me digas lo que te pasa, lo que te pasó porque te estás enfermando, porque me estás enfermando, porque nos estás enfermando. Me reclamas, me atacas con cosas que no entiendo, que no sé de donde sacas. Es imposible que sea comprensiva si no entiendo que pasa por vos. Es imposible que te entienda si vos no me explicas. Tengo tantas ganas de llorar y de gritar y más ganas me dieron después de que finalmente hubieras hablado conmigo. Es más, mientras más lo pienso menos puedo entender como te hizo eso, cómo fue capaz de decirte esas cosas. Qué odio tengo. No me entra en la cabeza ese desprecio que te hizo cuando para mi sos casi un sueño, cuando te quiero tanto y me haces tan feliz, incluso con nuestros altibajos soy demasiado feliz a tu lado. Por primera vez soy la prioridad de alguien y no su opción. Tu dolor me duele a mí, no importa si no soy capaz de demostrártelo. Me duele y es más de lo que vos te imaginas.

Si por mi fuera te mantendría a mi lado siempre, te tendría atrás mío para que nadie pueda hacerte sufrir pero sé que así no te ayudo, sé que tengo que dejarte hacer y mantenerme cerca para cuando necesites un abrazo. Para cuando necesites que alguien te mantenga fuerte. Ya tenemos mil noches soñando juntos que mañana vamos a hacer nuestra vida, gracias v.

Te quiero demasiado.