viernes, 11 de febrero de 2011

Mañana.

Mañana tengo muchas cosas que hacer, la mayoría me dan lo mismo, la mayoría son un bodrio. Mañana tengo que ir a la uni a anotarme en cuatro materias, tres las tengo decididas, la cuarta me gustaría con alguien que sé que no me va a responder. Tengo que sacarme un turno con el INMAE para hacerme la licencia para volar y llamar para hacer el curso de conducción. Mañana tengo que averiguar en el club el tema de natación y empezar a comprarme las cosas. También dije que mañana me depilaba y que iba a limpiar mi habitación. Sabrina dijo que iba a venir a las 15.00, aunque conociéndola seguramente llegue a las 16.00/16.30 o directamente no venga a que vayamos a buscar los analíticos del secundario. Estoy cnvencida que ya de arranque estoy olvidando un montón de las cosas que dije que iba a hacer mañana. Mi mamá me encargó llevar un papel a lo de mi abuela, seguramente después de eso vaya a ver a mis sobrinos. Mañana voy a anotarme para dar final de ISJ y voy a juntar los apuntos de ISJ para empezar a estudiar.

¿Y para qué mentir? Me conozco demasiado y sé que seguramente mañana no madrugue nada y por ende no vaya a donde la uni, me siento poco motivada para eso justo ahora. Y si llego a ir sé que voy a demorar más de la cuenta porque o a) paso por lo de una amiga a la salida o b) voy caminando hasta Florida para matar tiempo en la peatonal. Posiblemente mañana llame al INMAE para sacar turno pero me olvide de hacerlo con la academia de manejo y deje el aprender a manejar para más adelante, como siempre hago con natación. Estoy casi segura que mañana mi día se va a resumir a ordenar un poco la casa y estar en el pc porque tengo toda la casa para mi, ni siquiera voy a hacer el intento de pner cera a calentar y la habitación va a quedar como está porque no la limpio a menos que sea fin de semana. Esta claro que no voy a tocar un maldito apunte, gracias si me anoto para rendir a finales de Marzo.

De hecho, ya es mañana. O no del todo, mi mañana arranca cuando despierto en casa y lo raro es eso; hace casi un mes que durmiendo en casa no me siento en casa. Se supone que mis días empiezan y terminan, empiezan y terminan. Y no. Para mi es como un martes demasiado largo que no puedo terminar todavía, una tarde noche demasiado pesada en verano recién llegada de vacaciones. Tengo que darle fin a ese martes, la vida no va a esperarme y yo tampoco voy a esperar a que él quiera terminar. Debería estar en la cama fingiendo que duermo y que descanso, mañana madrugo y para todos es viernes. Para mi sigue siendo martes. Odio los martes. Y es mentira, no puedo odiar los martes, por más que quiera hay cosas que no puedo odiar porque sería odiarme a mi misma también. Quizá pueda odiar los mañanas.

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